Preocupación por el aumento de síntomas relacionados con la salud mental
La salud mental infantil en Colombia está suscitando una creciente preocupación. Según estimaciones, cerca del 44% de los menores presentan síntomas de algún trastorno mental, siendo la depresión una de las principales causas de morbilidad en el país. La adolescencia, en particular, es un periodo de alta vulnerabilidad, con trastornos como la ansiedad, la fobia social y la depresión siendo bastante comunes. Un 6.6% de los adolescentes experimenta pensamientos suicidas, siendo esta tendencia más pronunciada en las mujeres.
La situación se ha agravado debido a la pandemia de COVID-19, que ha provocado un incremento superior al 25% en los casos de ansiedad y depresión. Además, un 30.1% de los encuestados reportaron riesgos en su salud mental relacionados con la ansiedad o la depresión. Entre enero y julio de 2023, la tasa de suicidios aumentó un 15.73% en comparación con el mismo período del año anterior.
La Procuraduría General de la Nación ha destacado varios factores que contribuyen al aumento de los trastornos mentales, como el consumo de sustancias psicoactivas, la deserción escolar, los intentos de suicidio y los suicidios consumados. Las principales causas de los trastornos mentales en Colombia incluyen la violencia en todas sus formas, especialmente la intrafamiliar, el acoso escolar, el consumo de sustancias psicoactivas, el ciberacoso y el reclutamiento por parte de grupos armados.
Para enfrentar esta problemática, el Ministerio de Salud ha propuesto medidas como la crianza con amor, la promoción del juego y las actividades artísticas, y la creación de canales de comunicación efectivos donde los niños puedan expresar sus emociones y sentirse escuchados. Es crucial identificar y prevenir los trastornos mentales de forma temprana para asegurar una mejor calidad de vida para los menores en Colombia.
En EDUCRISOL, ofrecemos algunos consejos que podrían ayudar a los adolescentes y jóvenes a superar estos desafíos:
Consejos para los padres de familia y maestros:
Crianza amorosa:
Los padres y cuidadores deben brindar un ambiente lleno de amor y cuidado, que permita a los niños desarrollarse de manera integral y con bienestar.
Juego y actividades artísticas:
Estas actividades son esenciales para el desarrollo neurológico de los menores y ayudan en la regulación de las emociones y la construcción de relaciones emocionales sanas.
Comunicación efectiva:
Es importante establecer canales de comunicación abiertos donde los niños puedan expresar sus sentimientos y preocupaciones, y sentirse escuchados y comprendidos.
Identificación temprana:
Los padres y educadores deben estar atentos a los signos de trastornos mentales y buscar ayuda profesional de inmediato para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Apoyo profesional:
No duden en buscar la orientación de psicólogos o psiquiatras infantiles que puedan brindar terapias adaptadas a las necesidades de los menores.
Educación sobre salud mental:
Es vital educar a los niños sobre la importancia de la salud mental y enseñarles estrategias de afrontamiento para manejar el estrés y las emociones negativas.
Abordar la salud mental de los menores es una tarea de toda la sociedad. Con el apoyo adecuado, es posible ayudar a los niños y adolescentes a superar los desafíos y promover su bienestar emocional y psicológico.
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